La titular del Consejo Provincial de la Mujer e Igualdad de Género, Alejandra Martínez, advirtió que la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta, pone en evidencia su “desinterés de trabajar con el Gobierno de Jujuy” y remarcó que tal actitud “va en detrimento de los intereses, el bienestar y la vida de las víctimas de la violencia de género”.
Recordó que la funcionaria en cuestión “visitó una sola vez Jujuy en sus casi dos años de gestión” y que las autoridades provinciales se enteraron de ello a través de los medios de comunicación. “En una actitud sectaria, envía a Jujuy sus funcionarias, como la Subsecretaria de Programas Especiales Contra la Violencia por Razones de Género y, la Directora de Abordaje Integral de Casos de Femicidios, Travesticidios, Transfemicidios y Delitos contra la Integridad Sexual, sin el oportuno aviso a sus pares provinciales, omitiendo toda posibilidad de encuentro”, lamentó.
“Esto pone de manifiesto su desinterés a trabajar con el Gobierno de Jujuy”, aseveró.
Para Martínez, “una ministra no puede tener una mirada unilateral de las políticas públicas”, entendiendo que ello resulta “incompatible con la resolución de los problemas que aquejan a la sociedad”, razón por la cual se pronunció en repudio a “la falta de respeto y la discriminación contra Jujuy por parte de Gómez Alcorta, a quien no le alcanza la tolerancia para poder dialogar con las autoridades democráticamente electas de la provincia”.
“Este es un problema que debe resolver para poder desempeñar sus funciones dentro de una gestión que dice gobernar para todos y todas, pero que en realidad favorece a una facción”, observó y recalcó que “por momentos el Frente de Todos parece ser en realidad el “Frente de Nosotros” contra los otros”.
Por otra parte, planteó la necesidad de que el gobierno nacional “reflexione, cambie el rumbo, dialogue y sea tolerante con aquellas ideas que resultan diferentes a las propias”.
En esta línea argumental, afirmó que “la diversidad en la política es sana” y puntualizó que “gobernar un país es comprender esa diversidad y entender la necesidad de articular políticas públicas, incluso con fuerzas que no comparten el mismo enfoque o pensamiento”.
Martínez, continuó destacando que “el fin último de las políticas de género es la protección de los derechos de las mujeres y la garantía de esos derechos” y subrayó que a tal efecto “debemos buscar la unidad de todos los sectores y los distintos niveles de gobierno para luchar contra la violencia de género, acaso el flagelo sociocultural más preocupante en la República Argentina y en el mundo”.